lunes, 5 de septiembre de 2016
Que venga el tiempo en que amaremos
técnica mixta s/tela (díptico)
200 x 100 cm
Now not tomorrow
técnica mixta s/tela (políptico)
x cm
Ayer no mas
técnica mixta s/tela
120 x 90 cm
Recuerdos del mañana
técnica mixta s/tela
150 x 50 cm
After party
técnica mixta s/tela
120 x 30 cm
Showtime
técnica mixta s/tela
50 x 90 cm
You are here
técnica mixta s/tela
90 x 120 cm
You are here II
técnica mixta s/tela
120 x 120 cm
jueves, 12 de mayo de 2016
Desde las ruinas - 2014/15
desde las ruinas (III) 50 x 120 tecnica mixta sobre tela
punto de vista (II) 40 x 50 acrilico sobre tela
ulysses 60 x 80 tecnica mixta sobre tela
sin titulo
60 x 90
tecnica mixta sobre tela
zona de comfort 60 x 90 tecnica mixta sobre tela
loading... (I) 40 x 70 tecnica mixta sobre tela
sin titulo
150 x 150
tecnica mixta sobre tela
sisifo
20 x 20
acrilico sobre tela
Icaro 90 x 150 tecnica mixta sobre tela
loading...(II)
100 x 150
tecnica mixta sobre tela
sábado, 17 de agosto de 2013
Obras 2012 / 2013 "Desde las ruinas"
En el camino, acrilico sobre tela, 40 x 80
Sin titulo, técnica mixta s/tela, 25 x 70
Sin titulo, acrilico sobre tela, 40 x 60
Contigo en la distancia, técnica mixta s/tela, 100 x 50
Muy bien 10, técnica mixta s/tela, 50 x 50
Escena del crimen (hoy), técnica mixta s/tela, 80 x 40
Punto de vista, técnica mixta s/tela, 140 x 100
Sisifo, acrilico sobre tela, 30 x 30
Sin titulo, técnica mixta s/tela, (diptico), 110 x 45
Segun las fuentes , técnica mixta s/tela, 40 x 50
Tentaciones, técnica mixta s/madera, 25 x 60
Horizontes (II), acrilico sobre tela, 120 x 70
Horizontes, técnica
mixta sobre tela, 60 x 100
Desde las ruinas (II), técnica mixta sobre tela, 80 x 150
A mi manera, técnica mixta s/tela, 80 x 60
Desde las ruinas (II), técnica mixta sobre tela, 80 x 150
A mi manera, técnica mixta s/tela, 80 x 60
miércoles, 20 de marzo de 2013
Serie "Zambullidos de dudas"

sin titulo
40 x 50 acrilico sobre tela
desde mis alturas XIV
20 x 40
acrilico sobre tela
Pour tes roses, técnica mixta sobre tela, 50x60

vendido - sold
Desde mis alturas XI, técnica mixta sobre madera, 45x55
vendido - sold
Desde mis alturas X, técnica mixta sobre madera, 38x48
vendido - sold

vendido - sold


Desde mis alturas XII, técnica mixta sobre tela, 30 x 60
vendido - sold
sonadora, técnica mixta sobre tela, 40 x 80
Etiquetas: zambullidod
martes, 12 de junio de 2012
Juan Bernardez, un expresionista de nuestro tiempo, por Roger Colom (Arsomnibus, marzo 2009)
Uno de los aspectos más apasionantes de la actual pintura argentina (y mundial) es que uno nunca sabe por donde van a ir los tiros. Nadie sabe ya cuántas veces se ha proclamado y/o lamentado la muerte de la pintura en los últimos 50 años, pero ésta siempre encuentra una manera de volver, de reinterpretar su tradición, de encontrarse de nuevo con la sociedad a la que pertenece.
Una buena parte del proyecto de la modernidad, tanto en la pintura como en otros medios, consistió (para decirlo con brevedad) en un vaciamiento del sentido de la obra, dejando así un recipiente que el espectador debía llenar con su propia interpretación. Al principio esta estrategia estaba llena de peligros, de la excitación que el peligro trae consigo. Desafortunadamente, uno de ellos era la forma por la forma, el recipiente vacío; por contra, los artistas que querían llenar su obra de sentido, no vaciarla, se lanzaron a la revolución social, creando un arte repleto de comentarios sobre la realidad sobre el mundo.
Más difícil ha sido encontrar la estrategia poética; la que no vacía de sentido pero tampoco lo da todo hecho. Creo que una buena parte de la pintura actual se ha propuesto volver por esos fueros.
Hace unos días estuve hablando con Juan Bernárdez (Buenos Aires, 1967), un pintor proveniente del cine y del cómic, artes visuales narrativas donde las haya. Sospecho que recurrió a la pintura porque ese medio le permite lo poético sin la carga y las exigencias en cuanto a un arco narrativo más o menos claro.
Sus pinturas, que aún así mantienen cierta narratividad, están dedicadas al tema lírico por excelencia: el amor. O para usar palabras más contemporáneas, las relaciones interpersonales.
Así, el riesgo del amor, el riesgo de la soledad, compiten como extremos en la representación de sus personajes, hombres, mujeres, que se buscan, se encuentran o no, o se aíslan del entorno para celebrar el hallazgo de sí mismos en el otro.
De las obras expuestas en el Art Hotel, la que más me llamó la atención se titula "Remedio para la melancolía". ¿Es el arte, es la representación de los/las amantes que soñamos ese remedio, o por el contrario, es la causa? A eso me refiero cuando hablo del ámbito de lo poético, a esa ambigüedad. La ambigüedad no es un camino sin salida.
La estilización de las figuras y los rostros que practica Bernárdez viene de la tradición moderna y sus formas de describir lo que nos ocurre en el anonimato de la ciudad. Y en sus cuadros algo más.
Quizá, como dice él, esa influencia del expresionismo de hace cien años, que buscaba, como hace él también, indagar en lo humano, a través de la potencia de las emociones, dentro del marco hostil de la muchedumbre urbana.
La pintura actual no reniega de ninguno de los caminos de su tradición. En Juan Bernárdez lo que tenemos es un expresionista de nuestro tiempo, con sus soledades, su desesperación urbana, pero en busca del encuentro y la comunidad que abren caminos, tanto estilísticamente como en lo emocional, hacia el sentido. Hacia lo que significa la vivencia humana, que nunca es completa si se da en soledad.
Una buena parte del proyecto de la modernidad, tanto en la pintura como en otros medios, consistió (para decirlo con brevedad) en un vaciamiento del sentido de la obra, dejando así un recipiente que el espectador debía llenar con su propia interpretación. Al principio esta estrategia estaba llena de peligros, de la excitación que el peligro trae consigo. Desafortunadamente, uno de ellos era la forma por la forma, el recipiente vacío; por contra, los artistas que querían llenar su obra de sentido, no vaciarla, se lanzaron a la revolución social, creando un arte repleto de comentarios sobre la realidad sobre el mundo.
Más difícil ha sido encontrar la estrategia poética; la que no vacía de sentido pero tampoco lo da todo hecho. Creo que una buena parte de la pintura actual se ha propuesto volver por esos fueros.
Hace unos días estuve hablando con Juan Bernárdez (Buenos Aires, 1967), un pintor proveniente del cine y del cómic, artes visuales narrativas donde las haya. Sospecho que recurrió a la pintura porque ese medio le permite lo poético sin la carga y las exigencias en cuanto a un arco narrativo más o menos claro.
Sus pinturas, que aún así mantienen cierta narratividad, están dedicadas al tema lírico por excelencia: el amor. O para usar palabras más contemporáneas, las relaciones interpersonales.
Así, el riesgo del amor, el riesgo de la soledad, compiten como extremos en la representación de sus personajes, hombres, mujeres, que se buscan, se encuentran o no, o se aíslan del entorno para celebrar el hallazgo de sí mismos en el otro.
De las obras expuestas en el Art Hotel, la que más me llamó la atención se titula "Remedio para la melancolía". ¿Es el arte, es la representación de los/las amantes que soñamos ese remedio, o por el contrario, es la causa? A eso me refiero cuando hablo del ámbito de lo poético, a esa ambigüedad. La ambigüedad no es un camino sin salida.
La estilización de las figuras y los rostros que practica Bernárdez viene de la tradición moderna y sus formas de describir lo que nos ocurre en el anonimato de la ciudad. Y en sus cuadros algo más.
Quizá, como dice él, esa influencia del expresionismo de hace cien años, que buscaba, como hace él también, indagar en lo humano, a través de la potencia de las emociones, dentro del marco hostil de la muchedumbre urbana.
La pintura actual no reniega de ninguno de los caminos de su tradición. En Juan Bernárdez lo que tenemos es un expresionista de nuestro tiempo, con sus soledades, su desesperación urbana, pero en busca del encuentro y la comunidad que abren caminos, tanto estilísticamente como en lo emocional, hacia el sentido. Hacia lo que significa la vivencia humana, que nunca es completa si se da en soledad.